Un año más, la publicidad emitida durante la Super Bowl de Estados Unidos ha sido noticia en todo el Mundo.
Sólo unas pocas son las empresas privilegiadas que pueden permitirse estar presente. En primer lugar, porque no hay sitio para todos, y por supuesto porque el coste del anuncio alcanza cifras desorbitadas año tras año.
En esta edición, aunque ha vuelto a descender el coste del espacio, ha llegado a costar entre 2,5 y los 2,8 millones de dólares por cada tréinta segundos.
Entre las empresas afortunadas de tener su espacio, encontramos a Coca-Cola, Google, Dove (con su línea masculina), NLF o Snickers (anuncio protagonizado por la famosa Betty White).
Spot de Coca-Cola para la Super Bowl:
